¿Cuál es el costo real de la gasolina en México?

Con la finalidad de reducir el déficit fiscal, agravado por la caída de los ingresos petroleros, el Gobierno Federal decidió aumentar el precio de la gasolina a partir del primero de agosto de este año. En el caso de la gasolina magna el precio pasó de \$13.40 a \$13.96, el incremento más alto en los últimos 16 años. Tras el aumento, las reacciones de políticos y medios de comunicación no se han hecho esperar y, con ellas, las comparaciones con los precios de nuestro vecino país del norte. Pero ¿qué tan alto es el precio que pagamos en México por el combustible?

En México el precio de la gasolina lo determina la SHCP y no el mercado, por tanto, éste no refleja sus costos de producción, distribución y capital, entre los que se encuentra el precio del petróleo. La diferencia entre el precio de mercado y el determinado por la SHCP es contabilizado como parte del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Cuando el precio de mercado es menor que el determinado por la SHCP, entonces el IEPS es positivo y representa un ingreso para el Gobierno Federal; cuando el precio de mercado es mayor, entonces el IEPS es negativo, lo que representa un subsidio.gaspump

Para medir la diferencia entre el precio de mercado y el que pagamos en México por la gasolina podemos tomar como referencia el precio al consumidor en Estados Unidos –donde su precio sí obedece a las leyes del mercado– y, bajo el supuesto de que los costos de producción, distribución y capital son similares –globalización–, compararlo con el precio de la gasolina en México.

Figura 1. Arriba: Comparación del precio de la gasolina magna en México y regular en Estados Unidos. Precios ajustados por inflación a junio del 2016. Abajo: Ingresos (egresos) por concepto de IEPS ajustado por inflación a junio 2016.
Figura 1. Arriba: Comparación del precio (mdp) de la gasolina magna en México y regular en Estados Unidos. Precios ajustados por inflación a junio del 2016. Abajo: Ingresos (egresos) por concepto de IEPS a diesel y gasolinas ajustado por inflación a junio 2016.

En la Figura 1 podemos observar que desde enero del 2006 hasta diciembre del 2014 los precios de mercado de la gasolina se mantuvieron, generalmente, por encima de los determinados por la SHCP, resultando en un subsidio acumulado de más de 992 mil millones de pesos (ajustados por inflación a precios de junio del 2016). 

Con el monto subsidiado entre 2006 y 2014 se podría pagar 5 veces el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, 20 veces la Línea 12 del metro (incluyendo los sobrecostos y las reparaciones) o 27 veces el tren México-Toluca.

Si comparamos el monto del subsidio con el gasto del Gobierno Federal en ese periodo (Figura 2), tenemos que en el 2008 el subsidio es tan grande como el presupuesto en salud pública,  52% del presupuesto en educación o 492% del presupuesto en justicia para ese año. Así mismo, en el 2012 el monto del subsidio asciende al 47% del presupuesto en salud, 37% en educación y 270% en justicia para el mismo año.

IEPS a diesel y gasolinas junto con algunos rubros del gasto del Gobierno Federal. Todos los montos ajustados por inflación a junio del 2016.
Figura 2. IEPS a diesel y gasolinas junto con algunos rubros del gasto del Gobierno Federal. Cuando el IEPS es mayor que cero se trata de un subsidio (un egreso para el gobierno); cuando es menor, un impuesto (un ingreso). Todos los montos ajustados por inflación a junio del 2016.

Desde la segunda mitad del 2014 el precio de mercado de la gasolina se ha mantenido por debajo del que pagamos en México, es decir, ahora se paga un impuesto en lugar de recibir un subsidio por el consumo del combustible. El monto acumulado desde el 2014 asciende a 367 mil mdp. Pero, ¿es el impuesto que pagamos por los combustibles alto? Para contestar esta pregunta, tomemos como referencia el precio vigente desde agosto del 2016 de la gasolina magna, \$13.96, y el precio promedio de la gasolina regular en Estados Unidos durante la primera semana del mismo mes, \$10.55.

Ahora bien, en Estados Unidos se pagan, en promedio, \$2.15 en impuestos (federales + estatales) por litro; por lo tanto, el precio de mercado sin impuestos es de \$8.18. Si tomamos este precio como referencia, obtenemos que en México pagamos aproximadamente \$5.78 en impuestos (IEPS + IVA) por cada litro de gasolina.

Es así que, la proporción de impuestos sobre el precio final de la gasolina en México es del 41%, mientras que en Estados Unidos es del 20%. Sin embargo, esto no es así en todos lados, por ejemplo, la Unión Europea exige a los países miembro un impuesto mínimo sobre la gasolina de \$7.40 por litro. En la Figura 3 presentamos el porcentaje cobrado de impuestos sobre el precio final de la gasolina en los países miembros de la OCDE.

Figura 3. Porcentaje de impuestos cobrados a las gasolinas en países de la OCDE para el año 2013. Se incluye el porcentaje de impuestos que se paga en México con el precio de la gasolina magna vigente en agosto 2016.
Figura 3. Porcentaje promedio de impuestos cobrados a las gasolinas en países de la OCDE en el último trimestre del 2013. Se incluye el porcentaje de impuestos que se paga en México con el precio de la gasolina magna vigente en agosto 2016 con fines comparativos.

En la Figura 3 podemos ver que en el último trimestre del 2013 México era el país miembro de la OCDE que menos impuestos cobraba por el consumo de gasolina con 13.47% (IEPS + IVA) y que, aún con el incremento vigente a partir de agosto del 2016, el impuesto se encuentra por debajo de la media (50.12%). Si bien se podría argüir que la comparación de México con los demás miembros de la OCDE es injusta, basta con observar el caso de Estados Unidos que, siendo un país industrializado, cobraba apenas el 13.5% de impuestos sobre el consumo de gasolina, muy por debajo de la media. Por lo tanto, comparar el precio de la gasolina con el de nuestros vecinos del norte tampoco parece ser una comparación muy acertada.

La discusión entonces se debe centrar en qué modelo queremos seguir: uno que privilegie el gasto público sobre el privado (altos impuestos) o uno que privilegie el gasto privado sobre el público (bajos impuestos).

De lo hasta aquí expuesto, podemos concluir que la forma en que se determina el precio de la gasolina en México es totalmente artificial, pues no refleja sus verdaderos costos. El peor de los casos es cuando el consumo de combustibles se subsidia, pues el gobierno transfiere más recursos a los que más combustible consumen, lo que beneficia en mayor proporción a la población con mayores ingresos, es decir, es un subsidio regresivo. Además, el consumo de combustible tiene implicaciones negativas para el medio ambiente y la salud, lo que representa costos adicionales que deben ser gravados, así como ya se hace con el consumo de alcohol, tabaco y refrescos. De esta manera los impuestos a los combustibles pueden ser una buena herramienta para el gobierno obtener recursos adicionales, pagados por los que más tienen y, de paso, desincentivar el uso del automóvil.

Dicho lo anterior, replanteo la pregunta que le da el título a este artículo: ¿qué es más costoso para la sociedad en su conjunto, una política que mantiene los precios de la gasolina bajos artificialmente o una política impositiva que los grava en buena proporción?

 

Quizás te pueda interesar

Notas

  • Todos los precios ajustados por inflación a junio del 2016
  • Tipos de cambio al 8 de agosto del 2016 EUR = \$20.5810 , USD = \18.5716  (8 de agosto 2016)
  • Impuesto de la gasolina en Estados Unidos = 0.4818 USD

Referencias y datos

Category: EconomíaMedio ambienteNacional

Tags:

Texto por: