La transición religiosa de México

Siete de cada ocho personas de entre 20 y 24 años se consideraban católicas en el año 2000. Veinte años después, de esa misma generación (que ahora tiene entre 40 y 44 años), solo seis de cada ocho personas se consideran católicas. Aunque la religión católica sigue siendo mayoritaria en nuestro país, en los últimos 20 años perdió casi 11% de sus adeptos, según datos del censo mexicano, y esa caída se debe, en parte, a que las nuevas generaciones suelen ser menos creyentes de esa religión, pero en parte también a que en todas las generaciones hay menos creyentes.

Salvo por migraciones y por los fallecimientos que ocurrieron entre 2000 y 2020, el censo en distintos años nos permite seguir a una misma generación y detectar algunos factores que cambiaron, como sus creencias religiosas. A nivel nacional, el porcentaje de personas que se identifica como católico cayó en todas las generaciones. Por ejemplo, en 2000 casi 90% de las personas de 60 a 64 se consideraban católicas, mientras que ahora, ese mismo grupo, solo 85% se considera católico. Eso quiere decir (ignorando fallecimientos y migraciones) que 5% de ese grupo poblacional dejó de sentirse católico en los últimos veinte años. Y lo mismo sucedió con todas las generaciones, aunque en distinta magnitud. Casi 12% de las personas que hoy tienen entre 30 y 34 años dejó de considerarse a sí misma como católica en los últimos 20 años.

Porcentaje de personas que se identificaban como católicos en 2000 (horizontal) y en 2020 (vertical) por rango de edades. Cada grupo está identificado por su edad en 2020 y corresponde al mismo grupo de personas en el año 2000. Por ejemplo, el grupo de personas de entre 25 y 29 años en 2020 tenía entre 5 y 9 años en el 2000 y ese grupo está identificado con la marca más pequeña. Las marcas quedan por debajo de la línea diagonal, pues en todas las generaciones se observan menos católicos en 2020 que en 2000. Las marcas para cada grupo de edad están casi alineadas en una columna, indicando que las generaciones más jóvenes eran ligeramente menos católicas en el 2000 y son las generaciones con las mayores caídas.

México atraviesa una transición en sus creencias religiosas. De ser un país predominantemente católico hasta el año 2000, vemos una reconfiguración de las creencias. Las razones sobre la caída del catolicismo en México son muchas y no necesariamente serán las mismas en el futuro, sin embargo, es muy posible que el catolicismo siga perdiendo parte de sus adeptos. Por ejemplo, 88% de la generación que en el año 2000 tenía entre 10 y 14 años se consideraba católica y hoy, solo 76% se considera católica. De seguir con el mismo proceso que han pasado otras generaciones en diferentes edades, solo 68% será católica en 2040 y poco más de 62% lo será en 2060. Con esa tendencia, una de cada tres personas que se consideraba católica en el 2000 (cuando tenía entre 10 y 14 años), no se identificará como tal cuando cumpla entre 70 y 74 años.

En la CDMX el catolicismo perdió uno de cada siete de sus adeptos entre 2000 y 2020. De hecho, en la CDMX, la principal razón por la que hay menos católicos no es que las nuevas generaciones sean menos católicos, sino que en cada generación se han perdido adeptos, incluyendo, por ejemplo, 11% de las personas que hoy tienen entre 60 y 64 años que antes se identificaban como católicos. Aunque las generaciones más jóvenes tienen mayores caídas en el catolicismo, lo que se observa en la CDMX no solo es el reemplazo generacional (es decir, un escenario en el que las generaciones más jóvenes y menos católicas reemplazan a generaciones mayores y más creyentes), sino una dinámica más compleja en la que todas las generaciones pierden a sus creyentes.

Porcentaje de personas que se identificaban como católicos en 2000 (horizontal) y en 2020 (vertical) por rango de edades en la CDMX. En todas las generaciones se observa una caída en el porcentaje de personas que se identifican como católicas, con caídas más marcadas en las generaciones más jóvenes.

En la CDMX una quinta parte de la generación que hoy tiene entre 30 y 34 años dejó de ser católica en los últimos veinte años. Además, de seguir el mismo proceso que siguieron otras generaciones de la ciudad, poco más de la mitad de esa generación será católica al llegar a los 70 años. En la CDMX, casi 40% de las personas de esa generación que alguna vez se sintieron católicas, dejarían de serlo mientras maduran y envejecen. 

En todas las entidades y todos los rangos de edad hay menos católicos en el 2020 de los que eran católicos en el año 2000. En Baja California, Quintana Roo y la CDMX se observan caídas de más de 20% en generaciones que en el año 2000 se consideraban católicas, pero que, en el último censo, expresan otras creencias. En Campeche, Tabasco y Chiapas, se observa una caída similar en el porcentaje de personas católicas entre las distintas generaciones y la brecha que hoy se observa entre jóvenes y adultos mayores ya se observaba hace veinte años. En el Bajío, por otro lado, se observan solo ligeras caídas en el porcentaje de personas que se identifican como católicas, además de que las diferencias generacionales son pequeñas. Es decir, en Guanajuato, por ejemplo, de seguir con el mismo proceso de las generaciones anteriores, la mayor parte de la población seguirá siendo católica en 40 años.

Porcentaje de personas que se identificaban como católicas en 2000 (horizontal) y en 2020 (vertical) por rango de edades en las 32 entidades de México. En algunos estados como Chiapas, Quintana Roo, Campeche y Tabasco, poco más de la mitad de las personas de entre 25 y 29 años se identifican como católicas.

Las otras creencias en México

La caída a nivel nacional en el número de católicos se compensa con un incremento en el número de personas que reportan otra religión o que reportan no tener ninguna religión. Entre 2000 y 2020 el porcentaje de personas que profesa alguna religión distinta a la católica prácticamente se duplicó a nivel nacional (de 7.7% a 13.9%) mientras que las personas sin religión siguen siendo un grupo minoritario, pero más que se duplicó entre 2000 y 2020 (de 3.5% a 7.9%).

Porcentaje de personas que se identificaban sin religión o creyentes de alguna religión no católica en 2000 (horizontal) y en 2020 (vertical) por rango de edades según su edad en 2020. En ambos casos se observa un aumento entre 2000 y 2020 y por ello las marcas quedan arriba de la línea diagonal. Para religiones distintas al catolicismo, no se observa un patrón claro entre distintas edades, pero en el caso de personas sin religión se observa que en generaciones más jóvenes hay más personas sin religión.

El incremento en el número de creyentes de otras religiones que no sean la católica se observa prácticamente en la misma magnitud en todos los rangos de edad, es decir, esas religiones cautivaron casi en la misma proporción a cerca de 6% de las personas de todas las edades. Por otro lado, las personas que en 2000 dijeron tener alguna religión y que en 2020 se declaran sin religión son principalmente jóvenes. Por ejemplo, del grupo de 10 a 14 años que en el año 2000 decía no tener religión se triplicó para 2020 (de 3.4% a 10.2%).

En la CDMX, la transición religiosa muestra marcadas diferencias por generación. Por ejemplo, en el año 2000, solo 2% de las personas de entre 10 y 14 años reportaban no tener religión. En 2010, 8% de esa misma generación reportó no tener religión y en 2020, 16% reporta no tener religión. En la CDMX para las personas de entre 20 y 39 años es más frecuente no tener ninguna religión que tener alguna religión distinta a la católica, aunque en el resto de la población, es más frecuente encontrar a personas con una religión distinta al catolicismo, incluyendo tanto a las personas menores de 20 años como a los mayores de 40.

Porcentaje de personas que se identificaban sin religión o creyentes de alguna religión no católica en 2000 (horizontal) y en 2020 (vertical) por rango de edades en la CDMX.

En todas las entidades y grupos poblacionales, el porcentaje de personas que reportan alguna religión que no sea la católica, aumentó entre 2000 y 2020. En Chiapas y Tabasco, por ejemplo, se reportaba que cerca de 20% de las personas practicaba alguna religión distinta a la católica en el año 2000 y esas otras religiones han cautivado a un porcentaje considerable de la población en los últimos veinte años. En 2020 en Chiapas, una de cada tres personas reporta alguna religión distinta al catolicismo.

Porcentaje de personas que se identificaban creyentes de alguna religión no católica en 2000 (horizontal) y en 2020 (vertical) por rango de edades en las 32 entidades del país. En Zacatecas, Jalisco y Guanajuato es donde hay menos creyentes de religiones distintas al catolicismo.

¿Un país que pierde su religiosidad?

Los millennials son la generación en la que más aumentó el porcentaje de personas sin religión, principalmente en Baja California, Quintana Roo, la CDMX, Tamaulipas, Chihuahua y Sonora. En algunas regiones de México, seguramente en el siguiente censo observaremos tantas personas sin religión como personas católicas, similar a lo que se observa en Francia y en algunos otros países.

Ni en todas las entidades ni en todos los grupos de edad la población sin religión aumentó. De hecho, en gran parte del Sur y Sureste mexicano (excluyendo Quintana Roo y Yucatán) el porcentaje de personas que reportan no tener religión se redujo entre 2000 y 2020. Por ejemplo, en 2020, 9% de las personas de entre 55 y 59 años de Chiapas reportó no tener religión. Sin embargo, 13% de la población de ese mismo grupo hace 20 años (con una edad de entre 35 y 39 años) reportaba no tener religión.

Porcentaje de personas sin religión en 2000 (horizontal) y en 2020 (vertical) por rango de edades en las 32 entidades del país.

Existen además algunas diferencias de género en cuanto a la transición religiosa del país. En todas las entidades y grupos de edad, es más frecuente que los hombres no tengan una religión que las mujeres y la brecha entre ambos es mucho mayor en 2020 de lo que era hace veinte años. Por otro lado, en la mayoría de las entidades y grupos de edad, las mujeres tienen una mayor probabilidad de creer en alguna religión que no sea la católica, aunque la brecha entre mujeres y hombres es pequeña. México atraviesa una transición religiosa, en donde el catolicismo, la religión dominante, va perdiendo adeptos. El principal factor en esa transición no es que las nuevas generaciones sean menos católicas, sino que, en algunas regiones del país, religiones distintas al catolicismo seducen a partes de la población, mientras que, en otras regiones, las personas de todas las generaciones, principalmente jóvenes, tienen una mayor probabilidad de no tener religión conforme maduran y envejecen.

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